En España y el resto del mundo hacerse Asistente Personal de una celebridad

 

Para llegar a hacerse Personal Assistant de una celebridad,  existen agencias dedicadas a ello por la complejidad que supone encontrar a un profesional dedicado y con un alto grado de discreción suficiente como para trabajar sin ser visto, oído y por supuesto disponible 24 horas al día.

 

En el caso español la forma de hacerse con un puesto así viene determinada por un tema viral, de recomendación o conocimiento de la persona que es sugerida por otra del sector.

 

Políticos, altos cargos de gerencia de empresas del IBEX, famosos del cine, televisión o el mundo de la música, buscan asistentes personales recomendados por otras personas

Selección

Normalmente los PA´s en España pasan muchos años a lado de sus jefes y en raras ocasiones cambian de empresa, no así en Estados Unidos o el resto de Europa, donde la profesionalización del sector para este nicho de “jefes”, varía en función del país. Normalmente cuentan con agencias de selección,  y sobre todo en el mundo de la música juegan a intentar conseguir un PA de su “competencia”.

“Lo que aprendí en el transcurso de varias semanas y entrevistas es que ser asistente de celebridades es mucho más complicado de lo que pensaba.

 

Es parte  Devil Wears Prada  y parte  The Proposal y parte The Office y, afortunadamente, no se parece en nada a  Mad Men.”
Sejija Rankin
(Escritora-editora-productora-estratega con una década de experiencia en creación de contenido, especializado en propiedades digitales y la industria del cine y el libro). 

Las celebridades y sus vidas son altamente privadas y, como tales, sus asistentes lo son igualmente, de ahí que conseguir información sobre este tema requiera una investigación más profunda.

“Lo que la mayoría de la gente quiere saber primero sobre alguien que pasa sus días junto a los mayores talentos de Hollywood es: ¿Cómo llegaron allí? Resulta que es puramente accidental. 

La mayoría comienza con al menos un interés relativo en la industria del entretenimiento, bien porque eso signifique tener aspiraciones de ser cineasta o bien para trabajar en comunicación. 

La mayoría acepta un trabajo porque, cuando tienes 22 años y vives en Nueva York o Los Ángeles, un trabajo es un trabajo. Y luego una cosa lleva a la otra, un exjefe te pone en contacto con un nuevo contacto, y de repente has pasado años haciendo algo de lo que apenas habías oído hablar.” 

Lo que no es aleatorio es el proceso de la entrevista. Comienza con medidas de privacidad completas para proteger la identidad de la celebridad; el jefe “director” como los pa´s de celebrities denominan, nunca se revela y, por lo general, tampoco otros detalles. 

El primer paso del proceso de incorporación es la firma de un acuerdo de confidencialidad. Esto tranquiliza al “director”, por supuesto, pero también acelera el proceso de ganar y generar confianza. 

Cada estrella tiene límites diferentes y ciertamente hay quienes intentan mantener la privacidad de su información personal y la de su entorno el mayor tiempo posible, pero la mayoría de las veces los asistentes tienen acceso a casi todo en cuestión de semanas. 

Los asistentes a reemplazar, generalmente se van mucho antes de que comience el nuevo, por lo que la capacitación en el trabajo es exactamente eso: en el trabajo. Un asistente lo describió como «prueba de fuego», que depende más de su coeficiente intelectual emocional que de cualquier otra cosa.”

Seija Rankin

«No sabía que existía esta industria»

dice Kelly Engstrom, quien ha pasado los últimos siete como la mano derecha del ex presentador de programas de entrevistas y  colaborador de Oprah, Nate Berkus

«No sabía que ser asistente de una celebridad era un trabajo que podrías tener. Estudié comunicación, así que pensé que terminaría en temas de relaciones públicas”.

“Si Nate está haciendo apariciones en Nueva York, no tengo que ir porque su publicista está allí, pero iré para firmas de libros o apariciones», dice Engstrom. «El nivel de lujo de mi viaje depende de quién paga: a veces, en el contrato, permiten dos billetes en primera clase, así que ahí es cuando puedo hacerlo. Si Nate paga, normalmente no viajo en primera clase”. “Lo nuestro ya es una gran amistad y hemos ido a nuestras bodas respectivas, me ha permitido aprender muchas cosas, redes sociales, temas web, lo que me da la oportunidad de poderme reenganchar a otro trabajo, otros asistentes personales no aprenden habilidades nuevas yo si”.

Kelly Engstrom

 

En España es distinto, los Asistentes personales seleccionados atienden a profesionales con un amplio bagaje, el nivel de recomendación es importante.

 

“Resolutivas, discretas, formadas y con un sexto sentido para interpretar estados de ánimo y situaciones, las asistentes de alta dirección constituyen un poder fáctico en muchas empresas españolas. No resulta fácil sonsacarles detalles. Como si hubiesen hecho un voto de silencio. 

“Ver, oír y callar”, resume María Julia Rodríguez asistente personal de Mª Dolores Dancausa Consejera Delegada de Bankinter. Están habituadas a decir “no” con la mejor de las sonrisas. Sin embargo, si escribiesen sus memorias, estas serían muy jugosas.

 

Basta observar qué pasa en JP Morgan, uno de los mayores bancos del mundo. En la oficina de Madrid se cuecen grandes operaciones empresariales (opas, fusiones, salidas a Bolsa…) y se gestionan algunas de las principales fortunas del país. Al leer los periódicos por la mañana, Cristina Oñate, de 51 años, secretaria de Ignacio de la Colina presidente para España y Portugal del banco estadounidense, comprueba que algunas de las noticias que publican las ha vivido muy de cerca.”

La relación que se establece entre la secretaria y el directivo es muy estrecha. Pasan muchas horas a escasos metros y se conocen casi sin mirarse. Por eso cuando un ejecutivo encuentra una buena secretaria no la suelta. Si le ascienden, suele ir con ella a su nuevo destino; si se marcha de la empresa, trata de llevársela. Son como un puerto seguro al que agarrarse en los momentos de tempestad. A pesar de esta relación de dependencia y al hecho de compartir momentos buenos, malos y regulares, todas las personas consultadas tienen claro que no hay que sobrepasar ciertos límites. “En mi caso es una relación estrictamente profesional, nunca de amistad”, asegura Cristina Oñate.

“Es un trato que debe basarse en el respeto mutuo, la confianza y la comunicación”.

David Fernandez. El País semanal

Personalmente

Yo durante muchos años trabajé como secretaria de Dirección y comparto las opiniones al respecto sobre confianza y comunicación, fueron unos años de dedicación absoluta a mi trabajo y a mis superiores, ser la mano derecha en la sombra me permitió ser la persona que soy,

desarrolló en mi, el espíritu emprendedor, la paciencia, la confianza y el respeto al trabajo.

Mis comienzos en un banco americano fueron duros y a la vez reconfortantes, pero eso es material para otra historia, la mía propia que algún día os revelaré.

 

Confío en que este post os haya gustado y aportado algo de luz sobre el trabajo de un asistente personal.

¡Nos vemos el Viernes que viene con más historias sobre Asistentes Personales!

 

Chelo Cascales Camarena